Ficha Limpia: entre desconfianza y acusaciones de "falta de códigos" cruje el grupo de los 38 aliados del Senado

Tras el shock inicial frente a la caída, por un voto, de Ficha Limpia los senadores quedaron inmersos en enojos, desconfianzas y acusaciones cruzadas que hacen crujir al grupo de 38 aliados -todos menos el kirchnerismo- que capitaneó el grueso de las leyes del Gobierno. Ahora, coinciden, se vienen semanas de inactividad.
"Se rompió todo. Hay desconfianzas por todos lados. Se viene un parate largo, tenemos que esperar que baje la espuma y empezar de nuevo. Nosotros tenemos que seguir gobernando", reconoce un propio oficialista, que sabe que deberán encarar un proceso de "reconstrucción".
Con 6 senadores sobre 72 no tienen otra opción si quieren seguir sacando leyes. Aunque tampoco están urgidos porque en el corto plazo no hay ningún proyecto que tratar, a menos que Diputados le de media sanción pronto a la baja de edad de imputabilidad que esta semana obtuvo dictamen de comisión.
Al día después de la sesión, más allá de mensajes entre los que tienen afinidad, no hubo contactos para intentar reencauzar el diálogo. El clima todavía está caliente y este domingo cuatro provincias tienen elecciones. Entre ellas Jujuy, de donde es oriundo el jefe de bloque libertario, Ezequiel Atauche, quien partió rápido a su provincia para cerrar la campaña. Y el fin de semana que viene es la elección porteña.
Lo cierto es que la fumata blanca en el Vaticano ayudó a frenar la escalada de tensión, sobre todo entre el PRO y La Libertad Avanza que a la mañana entraron en una guerra a cielo abierto.
En cuestión de horas, el PRO con Silvia Lospennato -una de las impulsoras de la iniciativa y candidata por la Ciudad- como protagonista apuntó públicamente y en durísimos términos contra el oficialismo y el propio presidente, Javier Milei. El Gobierno dejó que salga a responder el vocero presidencial que es además contrincante de Lospennato en la Ciudad y señaló que la ley se cayó por la "impericia" del PRO que se apuró a querer votarla persiguiendo una "especulación electoral".
El propio Milei se sumó y afirmó: "La realidad es que no estaban los votos fue toda una operación mediática teñida de amarillo"
"¿Sabés a dónde los van a mandar a cuando se acerquen a pedir votos para una ley, ¿no?", advierte un radical que coincide con la lógica del PRO y de otros federales, como la cordobesa Alejandra Vigo, de que el oficialismo arregló con los dos misioneros que dieron vuelta su voto e hicieron caer la ley.
"Hasta el kirchnerismo tiene más códigos, mirá lo que te digo", lanzó una senadora que no puede ser tildada de peronista.
A su vez a los dos misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut -que responden al ex gobernador Carlos Rovira- los acusan de haber roto todo código. Hasta esa misma tarde decían que votaban a favor y llegaron al momento de la votación sin avisar nada a sus compañeros. Se empezaron a parar casi escapando de vergüenza cuando el tablero estaba por mostrar el resultado de la votación.
Este jueves todavía no habían entablado contacto con sus pares. Igual nadie imagina otra respuesta de su parte más que sólo hicieron lo que les ordenó su jefe. Hasta ahora los más "sospechosos" eran los dos santacruceños -que frente a las desconfianzas sacaron un video aclarando que estaban a favor-. Pero los misioneros jugaron callados y cruzaron un límite, porque si avisaban antes había otras opciones para dilatar la ley, como pedir un cuarto intermedio, y evitar echar a la basura la media sanción de Diputados.
Apenas terminó la sesión, Luis Juez, visiblemente enojado declaró que no se sentaría "ni a tomar un vaso de agua" con los misioneros.
Por si fuera poco, este escándalo profundiza las grietas internas adentro de las bancadas que ya vienen divididas por los apoyos, o no, a la figura de Javier Milei.
Clarin